Manifiesto

SOMOS RED

Desde el estallido de la denominada “crisis económica” se han implantado en nuestro país las políticas de austeridad de la Troika desde los sucesivos gobiernos del PSOE y del PP.

Además de la quiebra de la Constitución del 78, con el artículo 135, que pone el pago de la deuda por encima de las necesidades y derechos de las personas, hemos podido asistir a la implantación de tres reformas laborales, dos reformas de las pensiones, reformas del sistema educativo, reforma del sistema sanitario, reforma del sistema financiero, ERE´s, desahucios, aumento de los precios, aumento de los impuestos (IVA en los productos de primera necesidad), disminución de los salarios y aumento de la siniestralidad.

Estas políticas de austeridad, que se deciden en las instituciones no democráticas y alejadas de la ciudadanía que componen la Troika, han significado para el pueblo un aumento de las tasas de paro, aumento de la población en riesgo de exclusión, pérdida de poder adquisitivo, aumento de los suicidios, instauración de la precariedad como forma de vida; en definitiva miseria y sufrimiento.

Después de cuatro años de políticas de austeridad no se ve salida a la situación económica de las familias, ni se ven atisbos de recuperación económica en el futuro cercano.

En España millones de hombres y mujeres de todas las edades, lenguas, religiones, naciones y nacionalidades, hemos sido empobrecidos/as por los “ajustes” y abandonados a nuestra suerte las políticas de recortes de los servicios sociales.

Estas políticas han generado una ola de protestas ciudadanas, desde el 15 M, a la Plataforma de Afectados por las Hipotecas, pasando por las Mareas en defensa de los servicios públicos y no podemos olvidar tres Huelgas Generales. Estas protestas has conseguido amplias movilizaciones, el respaldo de los/as trabajadores/as , manifestaciones de miles de personas en el conjunto del Estado; y todo ello sin que se haya obtenido respuesta por parte del poder político.

Las necesidades concretas son cada vez más graves, más urgentes, ¿cómo defendernos frente a los ataques y la pérdida de derechos?, ¿Es suficiente la movilización?,¿Cómo resolvemos las necesidades de las personas que estamos quedando abandonadas a nuestra suerte?

¡Hemos dicho basta y echado a andar!

Nuestra propuesta es organizar la solidaridad de toda la clase trabajadora y de las capas populares con las víctimas de las políticas de “austeridad”.

Tejer una red de solidaridad que no puede estar basada en el asistencialismo sino en la autoorganización y el empoderamiento de los afectados y afectadas para conquistar pan, trabajo y dignidad.

Una red de solidaridad que de soluciones concretas e inmediatas a problemas graves y urgentes, que señale las causas de estos problemas y que proponga soluciones definitivas.

Una red de solidaridad que esté fuertemente vinculada a las luchas justas de las trabajadoras y trabajadores, porque con el despido, o con la precariedad, llega el primer paso a la exclusión social.

Y fuertemente vinculada también al resto de movimientos sociales con los que compartimos el objetivo de una vida más humana y más justa.

Una red participativa y organizada en la pluralidad de sus integrantes, formada por grupos de acción comunitaria, adaptada a las necesidades concretas de cada barrio, cada municipio, cada territorio .

Una red dónde la solidaridad y la lucha por un mundo más justo unen a las personas, de todos los orígenes, de todas las edades, de todas las nacionalidades.

En concreto una red que pueda desarrollar proyectos como los propuestos en los cuatro ejes  que sostienen nuestro proyecto de partida:

  • Soberanía Alimentaria, por el derecho a una alimentación digna, saludable y con justicia social,  (despensa solidaria, grupos de consumo)
  • Ayuda sanitaria (acompañamientos, banco de medicinas, etc...)
  • Defensa contra la represión (jurídica, caja de solidaridad...)
  • Apoyo a la educación pública (libros, ropa...)

La Solidaridad siempre fue un valor característico de la clase trabajadora, por eso ahora, en tiempos de excepción, no podemos dejar ahora a nadie en el camino, en las manos del asistencialismo más rancio. También somos conscientes del riesgo de la reaparición del fascismo y la xenofobia como consecuencia de la necesidad que el Estado ha renunciado a cubrir.

Frente a un régimen que ya no nos puede garantizar si quiera los derechos humanos más básicos, se trata de dar respuestas audaces y organizadas, de construir, entre todas y todos, una Red de Solidaridad Popular que pase de la resistencia a la autodefensa, al apoyo mutuo, a resolver problemas aparentemente individuales de forma colectiva, en definitiva, se trata de construir poder popular.

 

¡Yo también soy RED!